Acupuntura

Acupuntura

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La acupuntura es una práctica medicinal tradicional originada en la antigua China que implica la inserción de agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo. Estos puntos se encuentran a lo largo de líneas de energía llamadas «meridianos». La acupuntura se utiliza comúnmente para aliviar el dolor, tratar diversas condiciones médicas y mejorar el bienestar general.

La teoría subyacente a la acupuntura se basa en el concepto de «Qi» o «Chi», que se refiere a la energía vital que fluye a través de los meridianos en el cuerpo. Se cree que el equilibrio adecuado de Qi es esencial para mantener la salud, y cualquier desequilibrio puede llevar a enfermedades o malestares. La inserción de agujas en puntos específicos se realiza para regular el flujo de Qi y restaurar el equilibrio energético.

La acupuntura se utiliza para una amplia variedad de condiciones, incluyendo el tratamiento del dolor crónico, el manejo del estrés y la ansiedad, la mejora de la función inmunológica y el tratamiento de diversas afecciones médicas como las migrañas, la artritis y las náuseas asociadas con la quimioterapia, entre otros.

Es importante señalar que, si bien la acupuntura ha demostrado ser eficaz para algunas personas en el manejo de ciertos síntomas, no todos los estudios científicos han respaldado su eficacia de manera concluyente. Sin embargo, muchos individuos informan beneficios significativos y la acupuntura a menudo se utiliza en combinación con otros enfoques médicos. Antes de buscar tratamiento, es recomendable hablar con un profesional de la salud para discutir las opciones disponibles y determinar la adecuación de la acupuntura para sus necesidades específicas.

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La acupuntura se basa en la idea de que hay un sistema de canales o meridianos a lo largo de los cuales fluye la energía vital llamada «Qi» o «Chi». En la medicina tradicional china, se reconocen comúnmente 12 meridianos principales, cada uno asociado con un órgano específico y su función. Estos meridianos son:

  1. Meridiano del Pulmón (Pulmón-Large Intestine)
  2. Meridiano del Intestino Grueso (Large Intestine-Lung)
  3. Meridiano del Estómago (Stomach-Spleen)
  4. Meridiano del Bazo (Spleen-Stomach)
  5. Meridiano del Corazón (Heart-Small Intestine)
  6. Meridiano del Intestino Delgado (Small Intestine-Heart)
  7. Meridiano de la Vejiga (Bladder-Kidney)
  8. Meridiano del Riñón (Kidney-Bladder)
  9. Meridiano del Pericardio (Pericardium-Triple Heater)
  10. Meridiano del Triple Calentador (Triple Heater-Pericardium)
  11. Meridiano de la Vesícula Biliar (Gallbladder-Liver)
  12. Meridiano del Hígado (Liver-Gallbladder)

Además de estos 12 meridianos principales, hay dos meridianos adicionales llamados «Vaso Gobernador» y «Vaso Concepción» que son considerados extraordinarios y desempeñan un papel especial en la circulación de la energía.

Cabe destacar que la medicina tradicional china también reconoce puntos de acupuntura adicionales que no están necesariamente asociados con meridianos específicos. La acupuntura busca equilibrar la energía en estos meridianos y puntos para promover la salud y tratar diversas afecciones.

La acupuntura china tradicional consiste en insertar agujas muy delgadas en puntos específicos del cuerpo para regular el flujo de energía a lo largo de las vías que existen por todo el cuerpo. En otros tipos de acupuntura se usa calor, presión o una corriente eléctrica débil.

La acupuntura se puede usar para calmar el dolor y tratar ciertos problemas médicos, entre ellos la adicción, el asma, los dolores de cabeza, los cólicos menstruales y los problemas en las articulaciones y los músculos. Se han logrado buenos resultados usando la acupuntura para aliviar dolor de muelas, dolor después de una cirugía y las náuseas y vómitos relacionados con la quimioterapia.

La acupuntura (del lat. acus, aguja (sustantivo), y pungere, punción (verbo)) es una técnica de medicina tradicional china que trata de la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo con el objetivo de restaurar la salud y el bienestar en el paciente. Aparte de insertar las agujas de acupuntura, y rotarlas para tonificar o dispersar, los acupuntores, también utilizan las moxas. La técnica más extendida es un puro o cono de artemisa, que se enciende para calentar el punto, o bien se corta un trozo y se coloca en el mango de la aguja, dejando que se consuma totalmente. Los acupuntores utilizan ampliamente esta técnica para el tratamiento del dolor. La definición y la caracterización de estos puntos está estandardizada actualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante una nomenclatura estandarizada que agrupa a las grandes tradiciones de la acupuntura, aunque no se corresponde completamente con un sólo patrón de puntos tradicional.

La OMS ha publicado documentos y guías para animar los estudios clínicos de esta disciplina médica como un camino para validar la acupuntura, mejorando su aceptación por la medicina moderna, y así extendiendo su uso como una simple, barata, y efectiva opción terapeutica.. En esta línea la propia OMS divulga resultados de ensayos clínicos desde hace varios años.

La acupuntura es originaria de China y es posiblemente la práctica más comúnmente asociada con la medicina tradicional china aunque diversos tipos de acupuntura (japonesa, coreana, y la acupuntura china clásica) se practican y se enseñan actualmente en todo el mundo. La Medicina Tradicional China está muy influenciada por su filosofía, sobre todo, por los primeros conceptos filosóficos que aparecieron en Oriente, como el confucionismo, muy racional, que considera al hombre por sus méritos y no por su origen, dándole mucha importancia al papel que ocupa el hombre en la sociedad; el taoísmo, que tiene una concepción muy positiva de la naturaleza, dejando que el hombre viva en armonía con ella, meditando sobre el constante movimiento del universo, de la vida y de la muerte, de lo material y de lo inmaterial; y también el budismo, que pretende llegar a un «estado» de conocimiento que nos libere del sufrimiento, siendo sus principales bases la tolerancia y la confianza en sí mismo. Los chinos conciben el mundo como un todo que se relaciona entre sí, al igual que el cuerpo humano, sus órganos y entrañas, no funcionan aislados, por tanto, su diagnóstico, no tiene nada que ver con la medicina occidental. 

La Medicina Tradicional China se basa en los zang-fu (órganos-entrañas) teniendo en cuenta la globalidad del organismo; y los cinco elementos, basados en la idea de que no existe nada aislado e inamovible, teniendo entre ellos una relación de producción, dominación, agresión e insulto, y otra relación de correspondencia entre ellos y el resto de las cosas. Los cinco elementos son: madera, fuego, tierra, metal y agua. De acuerdo con la concepción china, la energía vital (ch’í, o qi) fluye por el cuerpo a lo largo de meridianos, canales o vías de comunicación, llamados en chino king. El número de king ordinarios es correlativo al de los doce órganos, más los dos vasos extraordinarios permanentes: el de la concepción (en la línea media corporal frontal), y el vaso gobernador (en la línea media corporal dorsal), además de los llamados extraordinarios. 

Tenemos 361 puntos dentro de los 14 meridianos, llamados Jing Xue; también existen puntos fuera de los meridianos o puntos curiosos, llamados Qi Xue; y, finalmente, los puntos dolorosos o Ashi Xue.

En total, la medicina tradicional china identifica doce canales o vías de comunicación principales que se corresponden con los órganos vitales del cuerpo humano: pulmones, intestino grueso, intestino delgado, bazo-páncreas, corazón, riñones, vejiga, sistema cardiovascular, vesícula biliar, hígado, vaso de la concepción, vaso gobernante y triple calentador.

La medicina tradicional china distingue órganos de vísceras: los órganos difieren de las vísceras por el hecho de que la ablación o lesión masiva de las vísceras no provoca el inmediato deceso, mientras que la ablación o lesión masiva de los clasificados como órganos implica la casi inmediata muerte del individuo; de tal modo el corazón está clasificado como órgano, y el estómago como víscera.

Mediante la inserción de finas agujas en puntos específicos o resonadores (llamados en chino xue) de cada meridiano se equilibra la energía trastornada en el órgano que lo rige. El trastorno puede producirse por la incidencia tanto de factores externos como internos que pueden desembocar en enfermedades. La teoría tradicional china considera que la enfermedad es un desequilibrio de las dos modalidades de la citada ch’í: la modalidad yin, y la modalidad yang (vea yin-yang); la operatoria sobre los puntos acupunturales intenta reequilibrar la energía, ya sea estimulando en los puntos, o -por el contrario- produciendo depresión en estos.

Para llegar a un diagnóstico, aparte de un extenso interrogatorio, también se lleva a cabo una precisa observación de la lengua, el pulso y el aspecto general del cuerpo. Los expertos en acupuntura utilizan la pulsología como método de diagnosis: de acuerdo a este sistema, cada órgano y cada víscera tendría una pulsación específica en tres modalidades (superficial, media y profunda).

Según sus partidarios la acupuntura es apropiada para el tratamiento de un amplio abanico de patologías, destacando su uso en hernia discal, alergias, procesos inflamatorios o infecciones gripales, entre otras afecciones, es además importante destacar su uso como analgésico, e incluso para reducir el dolor en procedimientos quirúrgicos. La Medicina Tradicional China, y por tanto la acupuntura, es sobre todo una medicina preventiva. En la antigüedad, los acupuntores, cobraban por mantener sanos a sus pacientes, u cuando estos enfermaban, los acupuntores corrían con los gastos, además de padecer un gran desprestigio.

De manera general, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a la acupuntura como complemento eficaz para un vario espectro de enfermedades, especialmente de carácter crónico. Por otra parte, este tipo de terapia implica para el paciente el poder reducir la ingesta de fármacos, así como significa una ayuda para la reducción del dolor en procedimientos quirúrgicos.

Actualmente, la acupuntura es ofertada como prestación sanitaria, dentro de los sistemas nacionales de salud en China, Vietnam y Cuba. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la acupuntura solo debe realizarse bajo supervisión de un médico titulado que haya cursado capacitación superior en Acupuntura.

Según esta misma organización, dada la «acción reguladora» de la acupuntura, es difícil establecer contraindicaciones absolutas para esta forma de terapia. Sin embargo, por razones de seguridad, hay que evitarla en diversas situaciones, así como debe aplicarse con precaución en otras. La acupuntura puede inducir el parto en caso de embarazo, y se han de aplicar precauciones en urgencias médicas, afecciones quirúrgicas, tumores malignos y trastornos hemorrágicos.

La introducción de la acupuntura en Occidente

En Oriente, la eficacia de la acupuntura es admitida e históricamente no ha sido puesta en duda. La acupuntura es ampliamente utilizada en la medicina China desde hace más de dos milenios, siendo hasta el principal componente en esta medicina que mayor cantidad de pacientes cuenta en la actualidad. En Europa las primeras nociones e informes de prácticas acupunturales parecen haberse iniciado a mediados del siglo XVIII; en el siglo XIX el médico alemán Baumscheidt ideó independientemente una terapia semejante a la de la acupuntura china. A tal terapia se le ha conocido como baumscheidtismo. En el pasado, el debate sobre si la acupuntura era verdaderamente eficaz o sólo un placebo, ha sido tema de arduas discusiones científicas, médicas y filosóficas. En la segunda mitad de siglo XX, en Europa se realizaron varias teorizaciones científicas para explicar los procesos fisiológicos involucrados en la acupuntura. Corresponde mencionar, por lo menos, la teoría de Pinchevsky, y la teoría del médico sueco Nordenstrøm.

Los científicos han efectuado revisiones más recientes de ensayos clínicos existentes según los protocolos de la medicina basada en la evidencia. Un estudio científico publicado en el British Medicine Journal, ha encontrado evidencias de su eficacia en el tratamiento del dolor con mujeres embarazadas.

Hay evidencias para el tratamiento de las náuseas y del dolor de espalda, sobre todo, para la mayoría de dolores crónicos. Hasta ahora, las observaciones no han concluido que haya una evidencia suficiente, para determinar si la acupuntura es eficaz en el resto de enfermedades.

Organización Mundial de la Salud, el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM en inglés) del Instituto Nacional de la Salud NIH, en Estados Unidos o La Asociación Médica Americana (AMA) han elaborado informes al respecto. La Acupuntura por tanto está siendo situada en Occidente como una opción terapeutica indicada para un abanico determinado de dolencias y se imparte actualmente con normalidad como Master en las principales universidades de Europa y Estados Unidos. La técnica de la Acupuntura ‘no es inocua, por lo que debe ser realizada por personal cualificado’. Hay estudios sobre diversos casos de problemas tras tratamientos de acupuntura.

No obstante, ninguno de los estudios realizados cumple la característica de comparar el efecto de la acupuntura frente a placebo.

A pesar de que la Acupuntura ya es impartida en Universidades europeas y americanas, existe un movimiento crítico de carácter escéptico que afirma no se ha ofrecido pruebas de la existencia de los fenómenos en los que se fundamenta, tales como que el origen de las enfermedades se basa en un desequilibrio del ch’í, la existencia de dicho elemento y la naturaleza de la energía de la que supuestamente está constituido, entre otros. Consideran que los estudios de los que se dispone en favor de su eficacia son insuficientes y de baja calidad.

En 1998 fue avalada en los EE. UU. por un consenso nacional publicado en el Journal of American Medical Association, concluyendo que, en algunas dolencias, puede resultar beneficioso, aunque no cabe descartarse el efecto placebo. 

Otros estudios en cambio muestran lo contrario al elevar su eficacia por encima de los tratamientos convencionales.

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