Ho´oponopono

Ho´oponopono

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El Ho’oponopono es un antiguo método hawaiano de resolución de problemas y reconciliación. La palabra «Ho’oponopono» se traduce comúnmente como «corregir un error» o «hacer lo correcto». Esta práctica se basa en la idea de que los problemas y conflictos surgen debido a pensamientos y memorias dolorosas almacenadas en el subconsciente, y el Ho’oponopono busca la purificación y limpieza de estas memorias para restaurar el equilibrio y la armonía.

La versión moderna del Ho’oponopono ha sido popularizada por el Dr. Ihaleakalá Hew Len, un terapeuta hawaiano, quien la aplicó de manera única en entornos clínicos y penitenciarios con notables resultados. La técnica implica la repetición de cuatro frases clave, a menudo dirigidas a la Divinidad, para limpiar las memorias dolorosas y restaurar la paz interior.

Las cuatro frases son:

  1. Lo siento.
  2. Perdóname.
  3. Gracias.
  4. Te amo.

Se supone que al repetir estas frases, se libera la energía negativa, se limpian las memorias dolorosas y se restaura la armonía en uno mismo y en las relaciones con los demás. Es importante destacar que la práctica del Ho’oponopono es principalmente un proceso interno, y no siempre implica la intervención directa con otras personas.

La antigüedad del Ho’oponopono como método de sanación, ha sido actualizado por Kahuna Morrnah Simeona y otros metafísicos del siglo XXI, mientras que la Ley de la atracción ha sido reafirmada a través de los siglos por decenas de maestros y dirigentes.

No todo depende del cristal con que se mira, sino del observador que lleva ese cristal. El cuerpo mental y el cuerpo emocional hablan diferentes idiomas. Pensamos de acuerdo a lo que sentimos. Desarrollar la mente racional para controlar nuestras sensaciones, no es a menudo una habilidad fiable. 

Si somos capaces de generarnos una enfermedad solamente por un pensamiento hostil y desacertado ¿por qué no vamos a ser capaces de atraer la fortuna por una serie de pensamientos positivos?

Si constantemente y conscientemente piensa en algo el tiempo suficiente y tiene una verdadera pasión por el tema o el deseo, entonces su mente subconsciente entra en acción con el fin de ayudar a que esto ocurra.

En la Ley de la atracción, se recomienda que utilicemos herramientas como imágenes, sueños lúcidos y la creación de películas de nuestra vida.  

Ho’oponopono está más centrado en la gratitud por el momento presente como la mejor herramienta para crear los deseos, aunque reconoce el esfuerzo como impulsor.

La energía cuántica desarrollada en cada pensamiento posee una información que se extiende a todo nuestro entorno y de manera especial hacia los objetos, personas o situaciones que componen ese pensamiento. De este modo, nuestros deseos se convierten en paquetes de energía que viajan en pos de un receptor, justo aquel que tenemos en nuestra mente. Así que lo que llamamos casualidad no es más que la suma de unos acontecimientos anteriores, y nunca una cuestión del azar.   

Nuestra vida también está plagada de pequeñas y significativas coincidencias que nos deberían llevar de modo sincronizado a la consecución de una nueva acción, en este caso de suma importancia. 

Los hechos trascendentes de nuestra vida solamente son factibles mediante la suma de pequeños detalles, siendo esta la razón por la cual no todas las personas consiguen importantes cambios en su vida. Cuando nuestra existencia se convierte en una rutina, sin nuevos alicientes y estímulos, sin que deseemos un gran cambio o mejora, no hay posibilidad de que nada extraordinario suceda en nuestras vidas. No podemos atraer y ni siquiera formar, lo que no ambicionamos.   

No hay seres más predestinados que otros, sino personas que necesitan efectuar grandes logros. Pero el ser humano es una especie única en muchos aspectos, especialmente porque tiene la facultad de alterar su destino al tener libre albedrío para hacerlo. José Ortega y Gasset lo explicó cuando dijo: “No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter”.

En busca de la realización de nuestros deseos primero elaboramos nuestros pensamientos y posteriormente desarrollamos la intención de llevarlos a cabo, por lo que cualquier cosa que deseemos desencadenará una larga serie de acontecimientos que pueden dar lugar a la consecución del deseo Así que le pedimos que no sueñe por la realización de sus deseos: piense en ellos estando muy despierto. 

El futuro siempre se crea en el presente.   Es importante eliminar de nuestro pensamiento los obstáculos que nos parecen insalvables, pues actúan como un pensamiento más y el mecanismo que desencadena los acontecimientos no diferencia entre el deseo y el obstáculo. 

El Ho’oponopono llega al inconsciente y la Ley de Atracción al presente, a lo tangible. Hacer lo correcto nos exige que consideremos los sentimientos de otras personas en lugar de meramente los nuestros. El orden hay que invertirlo: primero el otro, luego yo. Este cambio de perspectiva suele ocasionar que destaquen aún más nuestros propios deseos, pues nutren el conocimiento de la propia conciencia. 

IMPORTANTE

1. Concretar el deseo.

2. Cómo influye en los demás.

3. Cómo lo recibirán los demás.

4. Para qué se hace.

¿Por qué no se cumplen los deseos inmediatamente? 

5. Los deseos se cumplirán antes si son pocos en número y solamente se harán realidad si la persona se une con la divinidad o con universo –usted pone el nombre-. Y puesto que no estamos solos, la comunicación es posible.

6. Es muy probable que los deseos varíen en fuerza y en términos de dificultad para conseguirlos. Esto debe ser entendido: los deseos se materializan por nuestro esfuerzo y buen hacer; nadie nos lo traerá a nuestras vidas como si se tratase de un mensajero de correos.

7. Todos tenemos un espíritu o un ángel que se ocupa de nosotros, pero debemos creer en él para que nos ayude. ¿Cómo podríamos sintonizar una emisora si ni siquiera encendemos la radio?

SINCRONÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS

Una vez que hemos especificado nuestro sueño, el destino empezará entonces la serie de acontecimientos que deberán ir sincronizados para que se pueda lograr. En la medida en que esa serie de acontecimientos se vayan dando, así de cercano estará nuestro deseado final. Algunos hechos se repetirán machaconamente, lo que indica que las circunstancias deberán consolidarse para poder seguir adelante.  

Es necesario ser ambiciosos y dejar que el destino nos marque nuestra senda por la cual debemos ir. Pero, aunque el destino esté en nuestra contra podemos modificarlo, del mismo modo que el agricultor lucha contra las heladas y las plagas.

No hay que resistirse, pero ello no significa no hacer nada. La pasividad nunca lleva al cambio. Hay que permitir que el destino teja su madeja, que sincronice los acontecimientos en nuestras vidas, estar alerta a todo ello y actuar favoreciendo todo.  

Usted debe saber que la felicidad requiere un esfuerzo.  

¿POR QUÉ FALLAN LOS DESEOS?

1. No tener clara la razón de la petición 

2. No establezca conflictos entre sus creencias y lo que quiere. Acepte sus limitaciones y muévase dentro de ellas, no las exagere.  A todos nos pueden poner un 10 en alguna faceta de nuestra personalidad.

3. No se haga la víctima. El problema es que hablando y pensando en penurias o injusticias, lo que está haciendo es una declaración equivocada para el universo. No está demostrando agradecimiento por lo que tiene en su vida.  No cambie bruscamente su rutina de vida

4. Hay que definir cómo vivirá cuando tenga lo que desea

5. Su foco no debe ser exclusivo. Si usted está centrado en sí mismo, las Leyes universales no trabajarán a su favor. Somos un conjunto de millones de personas, no lo olvide.  

6. No oculte sus deseos a las personas

7. No espere los resultados demasiado rápido. Recuerde, hay un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar y ambos no se producen al mismo tiempo. 

8. No se obsesione con aquello que necesita y pide. No hay bello amanecer si antes no ha habido una noche tormentosa. 

9. Asuma sus riesgos. América no se hubiera descubierto si alguien no hubiera tenido un pensamiento osado.

10. En ocasiones, el viaje es más importante que el destino

11. No limite su ambición de mejora 

12. Estar confuso

13. Tenga fe

No juegue a la lotería y verá como no le toca nunca

Cuando todo falla.

Las metas no están alineadas con lo que realmente somos.  

Está en busca de metas de otra persona. Es imposible alcanzar las metas que la envidia establece para nosotros. 

Es posible que quiera algo diferente, pero no está dispuesto a ser diferente. No se puede esperar alcanzar nuevas metas o ir más allá de la situación actual a menos que se cambie. 

No apreciar el presente. Mientras llegan los objetivos alcanzables, hay que disfrutar de lo que tenemos y de dónde y con quién nos encontramos. 

Posiblemente crea que no logrará su objetivo. Si cree que no lo conseguirá así será

Está tratando de llegar demasiado rápido. 

Deseo utópico. Si la meta es demasiado grande, conseguirá estar abrumado y se desalentará. Si realiza pequeñas metas y las cumple, le dará confianza para pasar a objetivos mayores. 

PROCEDIMIENTO PARA UNIR EL HO’OPONOPONO CON LA LEY DE LA ATRACCIÓN

Bien, le vamos a dar unas pautas para que pueda seguir un procedimiento sencillo y coherente para lograr sus deseos, mezclando ambas herramientas. 

Hágalo de forma cíclica, repetidas veces:

1- Relájese en un lugar tranquilo y confortable, donde nadie pueda interrumpirle durante el proceso.

2- Su respiración controlada, deliberadamente lenta y diafragmática.

3- La mente absolutamente en blanco. Un buen sistema para ello es sentir cómo el aire entra y sale de su cuerpo.

4- Repita tres veces el mantra: Lo siento, perdóname, gracias, te amo. 

5- Sienta cómo esas palabras buscan un oyente fuera de su cuerpo.

6- En su mente, y no con palabras, haga su petición comenzando por un “Quiero…”. Nunca emplee palabras como “no”, “dolor”, “tristeza” o “quizá”.

7. Repita con más energía mental y con mayor sentimiento el deseo; que suene como una exigencia. Recuerde que no está implorando. Su deseo no es cuestionable.

8- Vuelva a repetir tres veces el mantra “Lo siento, perdóname, gracias, te amo”. Diríjalo a la mente universal, la energía cósmica o a Dios, según sus creencias.

9- Siga respirando con serenidad y relájese. Su mensaje ha sido escuchado.

10- Siempre con los ojos cerrados, visualice los cambios que ya han comenzado a realizarse en su vida desde hoy. Usted ya es otra persona, incluso físicamente está más vital, su mente más serena y precisa, su amor hacia las personas fluye sin problemas.

11. El final de su petición es un hecho y ya se puede ver en su mente como protagonista de su nueva vida. La única opción es haberlo logrado.

12- Abra los ojos, mire a su entorno, algo ha cambiado. Usted percibe que hasta el aire que respira es distinto, que los sonidos son más agradables y el aroma es sutil. Su casa o puesto de trabajo, no son lo mismo que ayer. 

13- Usted tampoco es el mismo. Tiene determinación, seguridad, buena autoestima y optimismo.

14- Comience a realizar las acciones adecuadas para conseguir sus propósitos: buscar trabajo, acudir a lugares sociales para encontrar pareja, hacer deporte para restablecer su salud, leer libros de espiritualidad que le lleven a mundos menos materialistas, viajar a lugares en los que no exista masificación. 

15- Perfeccione sus hábitos de vida cotidianos: hora para comer, dormir y levantarse. Vestir más adecuadamente. Ordenar su hábitat y sus cosas.

16- Finalmente, preocuparse más por sus familiares y amigos. La finalidad de sus deseos es ayudar a los demás, no solamente a usted. 

Por: Adolfo Pérez Agustí. Naturópata

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