Bioenergética

Bioenergética

La bioenergética es un campo interdisciplinario que combina principios de la biología, la física y la bioquímica para estudiar los procesos energéticos en los organismos vivos. Hay diferentes perspectivas y aplicaciones del término «bioenergética» en diversos contextos, y aquí se describen algunas de ellas:

  1. Biología Celular y Metabolismo Energético: En biología celular, la bioenergética se refiere al estudio de cómo las células obtienen, almacenan y utilizan la energía. Esto incluye procesos como la fotosíntesis en las plantas y el metabolismo celular en los organismos, donde la energía se transfiere y se transforma a través de reacciones químicas.
  2. Terapia Bioenergética: Desde una perspectiva más clínica, la bioenergética también se utiliza para describir enfoques terapéuticos que integran la psicoterapia con la atención a la energía corporal. La terapia bioenergética, desarrollada por Wilhelm Reich y Alexander Lowen en la década de 1950, se centra en la conexión mente-cuerpo y la liberación de tensiones físicas y emocionales almacenadas en el cuerpo.
  3. Bioenergética en Física y Química: En el ámbito de la física y la química, el término se puede utilizar para describir el estudio de las interacciones energéticas en sistemas biológicos. Esto abarca desde el análisis de las reacciones químicas en las células hasta la comprensión de cómo las moléculas biológicas almacenan y liberan energía.
  4. Energía Vital y Terapias Energéticas Alternativas: En algunas corrientes de pensamiento alternativas, se habla de la bioenergía como una forma de energía vital o fuerza vital que fluye a través de los organismos vivos. Algunas terapias alternativas, como la medicina energética, se basan en la idea de equilibrar o canalizar esta energía para promover la salud y el bienestar.

Es importante señalar que, la bioenergética tiene fundamentos científicos sólidos en contextos como la biología celular y la química.

«La Bioenergética es el camino vibrante hacia a salud, y el camino hacia la salud vibrante. Por «salud vibrante» queremos significar no meramente la ausencia de enfermedad, sino la condición de estar plenamente vivos. Vibrantemente vivo quizá sea un término más adecuado, pues la vibración es la clave de la viveza»

(Alexander Lowen)

En los años treinta del siglo XX, un visionario con formación y experiencia de psicoanalista creó la Bioenergética. Se llamaba Wilhelm Reich, era discípulo de Freud y tenía inquietudes que iban en una dirección distinta de lo que había aprendido de su maestro. 

Reich se dio cuenta que el trabajo de análisis que se limitaba al nivel psíquico-verbal no era suficiente para lograr verdaderas transformaciones en la persona, aunque hiciera salir a la luz elementos del inconsciente. Su gran intuición, completamente pionera en su época y hoy generalmente asumida en todas las terapias psico-corporales, fue la “identidad funcional” entre cuerpo y psique. Según este principio, todo shock, trauma y conflicto emocional en el niño producen tensiones musculares y estas poco a poco se van estructurando en una coraza que impide el fluir natural de nuestra energía, sensaciones, sentimientos y emociones. Esta coraza invisible de tensiones, de la que tampoco somos conscientes, está al origen de todos nuestros problemas de relación y de muchas enfermedades físicas.

Alexander Lowen, discípulo y paciente de Reich, siguió desarrollando el trabajo de éste y creó el Análisis Bioenergético. Profundizó en el estudio de la relación cuerpo-mente-espíritu, en los aspectos energéticos, en la creación de herramientas y ejercicios para el trabajo corporal. También desarrolló el trabajo de Reich sobre el análisis de los caracteres, definiendo cinco posibles estructuras de personalidad (hoy seis), según en que época de la infancia han ocurrido los traumas y los conflictos principales y según la cualidad de estos. Tal como su maestro, estaba convencido que a la estructura de la personalidad corresponde una estructura física, debido a la forma en la que se ubican las tensiones y los bloqueos del flujo vital. Una de las aportaciones más importantes de Lowen fue el desarrollo del trabajo de enraizamiento, es decir el contacto con la realidad, que tanta falta le hace al hombre occidental contemporáneo.  

Muchos profesionales de altísimo nivel han contribuido a enriquecer el Análisis Bioenergético en los últimos decenios, adaptándolo a los importantes cambios familiares y sociales ocurridos en la segunda mitad del siglo pasado y a las necesidades del contexto actual. Algunas de las aportaciones más importantes han sido los extraordinarios descubrimientos reunidos bajo la teoría del apego infantil, el trabajo con el trauma y la integración de los hallazgos de las neurociencias sobre la relación entre sistema nervioso y emociones.  

La lectura de la dinámica salud/enfermedad propuesta por el Análisis Bioenergético ha sido retomada por escuelas psicoterapéuticas surgidas sucesivamente y hoy en día podemos constatar como también coincide en cierto sentido con la visión de la vida que tienen muchas disciplinas holísticas de procedencia oriental. Sin embargo, la capacidad de actuar sobre los bloqueos energéticos y musculares y por consecuencia emocionales a través de un trabajo psico-corporal y de estructurar este trabajo en un trayecto de análisis del profundo, sigue siendo una aproximación muy específica de esta disciplina.

Gracias a esta herramienta, lo que durante mucho tiempo fue un impedimento a vivir plenamente, de repente se puede trasformar en una oportunidad y un recurso y la expansión vital y afectiva a la que podemos llegar es un regalo inestimable. A través de este tipo de trayecto, el cuerpo puede transformarse de jaula en un lugar de pulsación y placer, en equilibrio biodinámico y en fluida relación con todo lo que le rodea. El Templo sagrado del que habla el Tantra.